Hay cosas en mi vida que han pasado de manera casual, o eso pensaba. La llegada al coro Gospel Barcelona no ha sido culpa de la casualidad, ha sido fruto de la causalidad.
La causa fue la celebración de un cumpleaños. De todos los locales para celebraciones que hay en Barcelona fui a caer en el local de ensayo de Gospel Barcelona.
Siempre me ha gustado cantar, pero nunca había dado el paso de formar parte de algo cuyo vínculo fuera la música. Y ahí estaba Josep, invitándome a venir a un ensayo.
Me acuerdo que le dije sorprendida: «pero yo nunca he cantado en un coro y nunca he tomado clases de canto!»
Se me iluminó el alma en ese primer ensayo. Me encantó las buenas vibraciones, el buen rollo que se respiraba y sus componentes tan entregados. Salí con las pilas recargadas.
Por fin participo en un proyecto que me aporta, me enriquece y me emociona y con tanta calidad humana. Soy corista de Gospel Barcelona.
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